top of page
Foto del escritorEmilio Flores Escalona

La cuarentena: el salón de baile para la danza mental

Por: Emilio Flores Escalona


A lo largo de mi cuarentena he percibido un desfase de mi vida productiva con mi vida íntima, es decir, la conexión que tengo conmigo mismo ha incrementado, a tal grado, que es difícil para mí comprender a aquella persona de hace un año como la misma que se encuentra escribiendo este artículo. He rescatado valores de suma importancia los cuales me hubiera sido imposible reparar en mi pasado ritmo de vida. La danza, por ejemplo, sirve como una bella analogía de la percepción que se me ha ido moldeando a través de estos meses, gracias a que viví encerrado con la persona a la que más puedo descubrir, o sea, conmigo mismo.

 

Badiou en “La danza como metáfora de pensamiento” explica muy bien la complejidad de lo que es la danza y la conecta como una de las formas más complejas de abstracción. Y para mí, una forma de desatender la inmediatez con la finalidad de ampliar al máximo la atención humana, hasta sentirse uno liberado e ingenuo. Contemplar las cosas en su máxima expresión. Una forma de ver la vida que transmite seguridad y certeza, no sólo porque se agudiza con mayor alcance los sentidos como la crítica, la introspección o la reflexión, sino porque compone un sentido de vida. Ver al ser como un estado de constante auto perfeccionamiento donde se amplía el panorama, es eliminar aquellos grilletes que en la lectura se despojan gracias al olvido que uno tiene de sí mismo con la danza, y así, aprehender una sensación de aprendizaje donde antes existía una simple banalidad consecuente del ritmo moderno. “La danza es inocencia porque es un cuerpo antes del cuerpo. Es olvido, porque es un cuerpo que olvida sus grilletes, su peso.” (Badiou, 2020, p. 1

 

Pero como para la danza y como para la contemplación, es necesario silenciar mi mente y espíritu de los temas relacionado como momentáneos (los horarios, la premura, la enajenación, etc) la cuarenta sirvió de gran ayuda para inscribirme poco a poco en este tipo de pensamiento. Claramente la contemplación requiere de quietud y de la mínima excitación de cualquier estimulo apantallante, que por ser ruidosos, estrepitosos o invasivos pueden nublar la razón y la capacidad de abstracción.

 


Foto sacada de: Netflix

Tamara Kobiec filósofa de la universidad católica de Argentina, explica que una forma de apreciar la belleza es a través del silencio, tanto interno como externo, que trasciende entra la bondad y la verdad hasta la muerte (2009, p.93). Esta importancia de la calma interna es el detonante de la contemplación y a su vez de la apreciación de lo complejo y bello a niveles superiores a los estímulos estrepitosos. De hecho, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, arremete contra el exceso de estimulación que se vive en la sociedad contemporánea, defendiendo las virtudes del aburrimiento; a partir de esta postura relata un ejemplo muy bello:

 

Quien se aburra al caminar y no tolere el hastío deambulará inquieto y agitado, o andará detrás de una u otra actividad. Pero, en cambio, quien posea una mayor tolerancia para el aburrimiento reconocerá, después de un rato, que quizás andar, como tal, lo aburre. De este modo, se animará a inventar un movimiento completamente nuevo. Correr no constituye ningún modo nuevo de andar, sino un caminar de manera acelerada. La danza o el andar como si se estuviera flotando, en cambio, consisten en un movimiento del todo diferente. Únicamente el ser humano es capaz de bailar. (2010, p. 4)

 

Entonces parece que la danza en distintos autores ha funcionado como una forma de expresar un sentido de ligereza y profundidad acerca de las potencialidades humanas, por lo anterior me considero también parte de esas personas. Se puede concluir que los atributos de la danza comparten los mismos de recrear, expresarse y contemplar las bondades de la vida que se esconden ante los ojos prácticos y acelerados, como eran los míos hace unos años. Sin duda, la cuarentena ha traído muchas desgracias sobretodo en el aspecto económico, pero también abre a oportunidades de mayor lucidez como lo es el danzar.

0 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page